miércoles, 6 de agosto de 2008

TE INVITO A SOÑAR

Es graciosamente curioso, como muchas veces y sin pensarlo mayormente, caemos en la rotulación de las personas al igual que productos de supermercados, fulanito es no entiende nada de arte porque es Ingeniero, menganito no sabe de matemáticas porque es abogado, y caminamos por la vida con el rótulo que nos toca, Doctor, temporero, político, auxiliar, y a la vez rotulando de manera casi inconsciente a nuestros amigos y vecinos, peligroso sopor de la inconsciencia, ya que la multiplicidad y riqueza del alma humana es mucho más extensa e infinita que la dedicación a ciertas áreas.

Hoy no busco dejar mi delantal blanco y estetoscopio de lado, tampoco abandonar mi juramento Hipocrático, y mis deberes laborales y morales, sino más bien, seguir sirviendo a mi gente desde otras áreas, distintas de la sala de urgencia y de los pabellones hospitalarios donde la vida y la muerte juegan interminables batallas, busco servir a los miles de vecinos que necesitan de una voz que exprese su clamor, de agradecimientos o cuestionamientos a quienes nos dirigen, busco poner mi experiencia al servicio del bien común, para el mejorar sostenidamente de la calidad de vida, busco ser puente de integración, de las miles de realidades individuales que habitan en mi comuna, desde el campo profundo de inmaculada belleza, hasta el concreto pujante de la ciudad moderna y dinámica, que alberga los sueños anhelos de los hijos de una tierra campesina fecunda en bondad, de valles verdes extensos en cariño.


Es el tiempo que nos depara grandes alegría, es la vida que nos enfrentas a desafíos intensos, como postular a un cargo de elección popular, en una ciudad compleja, pero repleta de la gracias de Dios, quien la ha dotado de una cordillera galvanizada en cobre, en donde miles de orfebres Rancaguinos, suben todos los días a las altas cumbres a tallar la roca profunda, a perforar las profundidades mas ignotas de la madre tierra, en busca de la riqueza que Chile necesita.


Es este desafío de ocupar une escaño de representación popular en un lugar tranquilo, en una patria altiva y digna de si misma, que resistió estoicamente, la locura de algunos que sembraron en su angosta faja, los cuerpos de los amigos, que ahora, también están presentes, pues su sacrificio y su muerte en lechos anónimos, significo el florecimiento de una cultura societaria nueva, que reclama el respeto más irrestricto por los Derechos Humanos, de una cultura social que se molesta cuando algunos herederos de la locuras se niegan a ratificar tratados de Derechos Humanos como la Corte Penal Internacional o el tan necesitado Instituto de Derechos Humanos. Sólo la historia dictará el veredicto, nosotros el pueblo, ahora sólo seguiremos adelante en la búsqueda del sendero del desarrollo armónico, que permita mejorar las múltiples falencias que aun tenemos como comuna emprendedora, el desafío de mares tormentosos nos esperan, el navegar por los océanos de las injusticias sociales, es un motor que alimenta el alma. No soy mártir ni tengo carne de santo para inmolarme en este proyecto en solitario, sino que por el contrario, soy sólo uno más de los muchos que sueñas con la patria amada y la ciudad amable, por el momento me toca liderar este proceso, mañana vendrán otros más jóvenes que aportaran sus sueños en este proceso colectivo, que cree firmemente en que obtendremos una sana victoria, que nos regalara un pueblo solidario.


Rancahuino, te invito a soñar que si es posible hacer política con transparencia y decencia, te invito a ser líder de los cambios sociales que buscamos, te invito a creer en la grandeza del alma humana que habitan en tu corazón y en el mío, las personas no somos números anónimos somos vida, vida encarnada en esta pequeña esfera azul que suspendida en un universo infinito nos invita a valorarnos, en toda nuestra grandeza y nuestra humanas deficiencias, somos muchos los que tenemos ganas de gritarle a la vida, que ahora si, que ahora es cuando las grandes alamedas se abren y ensanchan para todos los Chilenos, llego el momento de dejar atrás los odios pequeños que dividen a las personas, Es nuestro tiempo, nuestro y deber, de inyectar amor a nuestra ciudad y extirpar el mal del desencanto, te invito también a ser cirujano de tu vida, a empoderarte de tus derechos, a hacer junto a muchos, de la solidaridad el alimento que satisface nuestros espíritus en la cruzada por construir mundo justo, verde, amable, un espacio, para ti, para mi, para tus hijos, para los mios.











Doctor Sergio Zamorano.

Candidato a Concejal por Rancagua